Press Clipping
02/04/2016
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Review

Cuesta encontrar artistas de reggae que superen los tópicos. Pero si hablamos de un cantante que elige como single un explícito alegato contra la homofobia, lo entona sobre un ritmo tanguero y todo ello suena creíble, ése, sólo podría ser Taj Weekes, una de las voces más magnéticas y convincentes del panorama actual.

Taj Weekes & Adowa lanzan en febrero su quinto álbum y confirman con él sus principales virtudes: lírica sobresaliente, solidez rítmica, excelentes arreglos y una inusitada facilidad para componer canciones redondas sin desatender ni a la esencia del Roots Reggae ni a la del propio formato canción. Por si fuera poco, su mensaje es, si cabe, más urgente y directo que en trabajos anteriores. Muy a la altura de nuestro tiempo.

Desde el primer corte, Weekes sienta las bases con un verso afilado que denuncia la pasividad y el conformismo con la concreción y habilidad poética que le caracterizan: Let your voice be as loud as your silence.

Ya abordamos la singular lírica de Weekes en una reseña anterior, y de nuevo en este disco encontramos ejemplos notables. “Life in the Red”, por ejemplo, es una crítica del consumismo que no suena panfletaria gracias de nuevo a su capacidad de síntesis y el uso de la primera persona: Traded my day for convenience of life; slave I’ve become, slave I am. En “Giant Beast” aborda el mito de la caída de Babylon sin que suene vacío y sin pronunciar el nombre de la bestia hasta el tramo final: no es necesario, porque antes define y da cuerpo, literalmente, de gigante, a un personaje al que el texto, los vientos y efectos van perfilando hasta hacerlo casi palpable. Y finalmente, en “The laws”, se ocupa de la marihuana con seriedad y profundidad, descartando el cliché y poniendo el acento en la ley, muy lejos de la frivolidad o el pseudomisticismo habituales.

Por otra parte, la paleta de Adowa se enriquece con respecto a los trabajos anteriores y dibuja paisajes y atmósferas con un amplio espectro de matices: desde la rocosa “Bullet for a gun” o la tensa “Rebels to the street” hasta la suave “Full Sight” o el arcoiris de “Was it You”, con discretísimos pero eficaces teclados y melódica.

La singularidad del proyecto queda reflejada también en las dos audaces versiones que se incluyen en el álbum del single mencionado en el primer párrafo, “Here I Stand”, y especialmente en la desnudez, por distintos motivos, de temas como “Mediocrity” o “Rebel”, versión acústica del tema con el que participaron en 2012 en el disco colectivo Occupy this Album, a raíz del movimiento Occupy Wall Street.

En “Mediocrity”, Taj Weekes canta I won’t make peace with mediocrity, y en efecto, este Love, Herb & Reggae se aleja de la mediocridad reinante y alcanza su brillantez por la apacible senda de la canción y la infrecuente brisa de la originalidad.